El Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo continúan fomentando las asociaciones público-privadas para los proyectos de infraestructura, a pesar de las preocupaciones sobre los riesgos de la deuda y la falta de transparencia.

El Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo continúan fomentando las asociaciones público-privadas para los proyectos de infraestructura, a pesar de las preocupaciones sobre los riesgos de la deuda y la falta de transparencia.
El informe de la evaluación sobre la eficacia de los sistemas de rendición de cuentas de once bancos de desarrollo, encontró que no eran eficaces para ofrecer indemnizaciones consistentes a las personas que habían perjudicado.
El Banco Mundial continúa con su campaña de mercadeo promocionando las APPs a pesar de las preocupaciones planteadas por el FMI, el GEI, la sociedad civil y las propias publicaciones del Banco.
A pesar de sus esfuerzos para impulsar su influencia en los círculos de financiación del clima y de su llamada a "descarbonizar el desarrollo", el Banco Mundial sigue apoyando los combustibles fósiles.
El nuevo borrador del marco para las salvaguardias sociales y ambientales del Banco Mundial es criticado por ser un retroceso que podría reducir los estándares para la comunidad internacional de desarrollo.
El Banco Mundial y la CFI continúan fomentando la controvertida energía hidroeléctrica con sus proyectos en Guatemala, la República Democrática del Congo, África Oriental, Níger, Pakistán y la República de Macedonia. El Banco advirtió sobre la viabilidad a largo plazo de la energía hidroeléctrica, al tiempo que llegó a un acuerdo para proveer de seguro a la compañía estatal hidroeléctrica en Uruguay.
El presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim reitera las intenciones del Banco de desarrollar un instrumento para la infraestructura global, al tiempo que los procesos de infraestructura del G20 continúan enfocándose en las Asociaciones Público Privadas (APPs). El informe de rendición de cuentas del G20 anota el fracaso en el cumplimiento de las salvaguardas del medio ambiente. El PSIRU por otro lado critica la privatización en el sector energético.
Al tiempo que el G20 y el Banco Mundial continúan su empujón para aumentar la inversión en los proyectos de infraestructura a gran escala público-privados, el aumento del escrutinio del historial del Banco pone en duda esta estrategia.